lunes, 14 de enero de 2008

::: lo divertido que es pasear por GRANADA :::

Chelo en el restaurante "tercer ojo"


Chelo, los pies de papá y los míos


Chelo no está, pero si la pierna de Dirian, el pie de Silvia y la puntita de mis dedos.
El suelo de Granada es una gran incógnita. En sus azulejos puedes incluso jugar a las damas (o al ajedrez -si te apuras-). Cada cuadra es una gran "Rayuela" que no marea (ayer me dí cuenta). Comimos una paella valenciana que no era paella (no sé si lo recuerdas) y fuimos a la casa vieja (hay una mano tallada en madera con muñequitos en las puntas de los dedos que es muy chula!).
Creo que serás un bebé de gran personalidad, lo sé porque al volver a casa sólo querías para comer un bocata de "fuet".

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